Las y los trabajadores de la salud y los comités de salud del estado
Carabobo, nos dirigimos a la población en general, a los hombres y mujeres que
laboran en este importante servicio público para alertar sobre la violencia
callejera desatada en los últimos días por bandas afectas a algunos sectores de
oposición, quienes por este medio buscan imponer una agenda neurótica y de
barbarie.
Asesinatos, heridos, destrozos de bienes públicos y privados
muestran un evidente plan contra la democracia, la paz y sosiego de la
sociedad. Un atentado contra los logros del pueblo venezolano en todos los
aspectos sociales en tiempos de revolución; pasar de 3000, centros de salud a
mas 13000, en los quince años de gobiernos Bolivarianos no es cualquier cosa. Una
agresión de corte neofascista, cínica e irracional, que nada explica más allá
de una insatisfacción indefinida en la cual todos los males del país son
achacados al gobierno bolivariano de Nicolás Maduro. Insatisfacción -por cierto
mayormente- de sectores de la burguesía y de la clase media inoculada por los
medios de comunicación mediante estrategias dirigidas a manipular el
inconsciente de quienes reciben el mensajes dirigido a insuflar miedo y odio
ante quien ven como contrarios, al chavista. Esta estrategia esta articulada con
una enorme ola especulativa de las mafias comerciales y financieras que
controlan buena parte de la economía –guerra económica. Esta agenda de neurosis y barbarie se alimenta
de la violencia implantada y la especulación orquestada por el capitalismo
parasitario en contubernio con intereses foráneos, especialmente el
imperialismo norteamericano.
Quienes acompañamos en el día a día a la gente para darle mejor
salud, llamamos a la mayoría del pueblo, que es digno, trabajador y consciente,
a cerrar filas en esta hora difícil y de confusión para no dejar pasar el caos promovido
por minorías opositoras que no esconden su camino de volver al pasado de odios,
privatizar los servicios públicos y fundamentalmente entregar el petróleo a las
grandes corporaciones internacionales que están al asecho. La “dirigencia” de
esas minorías no son más que residuos políticos al servicio abyecto de las
corporaciones transnacionales; que solapadamente promueven una guerra civil;
una guerra entre hermanos que conduciría a la destrucción del país.
Con urgencia, debemos asumir por todos los medios a nuestro
alcance lograr el cese de la violencia, la especulación y el acaparamiento. En
nuestro campo, que cese el saboteo en los centros de salud y optimicemos el
empleo de equipos, insumos y medicinas. Que pasemos a la práctica de la más
completa y eficiente atención posible a los usuarios de los servicios de salud.
Debemos vencer el odio generado por la violencia y descrédito
sistemático que fabrican los medios de comunicación contra el gobierno
bolivariano, el Estado y la nación. Derrotemos la falsificación de la vida
cotidiana y el miedo consecuente que se promueve desde esta mediática
desmoralizante. Despleguemos los debates necesarios para consolidar el trabajo
mancomunado y eficiente de prestación de servicios de salud, que debe marchar a
la par de la defensa intransigente de la democracia, del gobierno
constitucional y de las condiciones materiales y humanas de estos servicios
públicos. Asumamos con fervor, amor y compromiso el Plan del Pacificación del
Gobierno Nacional, que recoge el legado de nuestro comandante eterno Hugo
Chávez Frías.
¡Unidos en la defensa de
nuestras instituciones de salud pública!
¡ La violencia fascista será
derrotada!
¡Viva el presidente Nicolás Maduro!
¡Chávez vive la Patria sigue!
¡Unidad, Lucha, Batalla y
Victoria!
¡Venceremos!
Comités
de Salud, Red de Salud Colectiva-ALAMES Carabobo (REDSACOL), Colectivo de Médicos
para la Vida (Médicos Integrales Comunitarios-MIC), Comando Patriótico de la
Salud (PSUV), Movimiento de Enfermeras (os) Socialistas, Sindicato Bolivariano
de Trabajadores de la Salud (SINBOTRASALUD) y Sindicato Único de Trabajadores
de la Salud (SUTRASALUD).
Valencia, 20 de febrero de 2014
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